Mi confrontación con la docencia

Tengo la formación como Físico Matemático, pero definitivamente mi vocación de toda la vida es la docencia, a la cual le he dedicado más de 30 años.

Cuando estudiaba secundaria, solicite ser practicante y la directora de la primaria "Justo Sierra", me asigno el grupo de primero al cual le enseñe a leer, escribir y los números, en la vocacional les explicaba a mis compañeros en todas las asignaturas y me dijeron “que estudiara Normal, que no ocupaba el bachillerato, que era claro que era mi vocación enseñar, que lo hacía mejor que los maestros que nos impartían clase”, siempre he visto con respeto y admiración a todos mis maestros, empezando por mi abuela paterna y mi padre los cuales fueron muy buenos maestros, líderes de su comunidad. En mi vocación como maestro quise estudiar a fondo la disciplina que mas dominaba y entre a estudiar “Física y Matemáticas” con plena consciencia que sería maestro, intente conseguir plaza en la SEP desde los 18 años, pero solo conseguía trabajo sin que me pagaran, subsistí económicamente como maestro de escuelas de regularización y trabaje gratis para la SEP e INEA en primarias y secundarias,

En 1980 CONALEP me contrato como maestro por honorarios y a los seis meses como jefe de Servicios Académicos y seis meses después como Director en un plantel en Sinaloa, así mi vocación de maestro se combino con la administrativa al tener la oportunidad en forma reiterativa del 1981 al año 2001 como Director de plantel a nivel medio superior, en 1990 pase al subsistema DGETI, donde preste mis servicios en el CETIS 121 de Sahuayo, CBTis 52 de Zamora, CBTis 11 y CBTis 132 de Hermosillo, Durante estos veinte años siempre estuve frente a grupo en los mismos planteles y en instituciones de educación superior, porque era mi vocación. En los últimos diez años de exclusividad de maestro, he aprovechado para prepararme tomando cursos tanto en forma presencial, virtual y mixta. Así obtenemos la maestría, dos especializaciones y siete diplomados realizados durante este último periodo.

Cuando inicie en EMS trataba de ser creativo y absorber la capacitación que fue intensa, aplicándola de inmediato a mis primeros grupos, no tuve tiempo para sentir miedo y los estudiantes me aceptaban como su igual, pero con muchos conocimientos, me tenían bastante confianza, solicitaban mi apoyo y mi consejo, esto era muy común con todos los cientos amigos y conocidos durante mi época de estudiante y ahora se repetía como maestro,

Después me fue muy fácil en lo personal establecer un dominio de las condiciones normativas del grupo en el que impartía, me ayudaba mi estatus de director y tenían hacia mi persona un gran aprecio el cual era ampliamente correspondido. Para mí: “ la educación es ante todo un acto de amor”, esta frase se la adopte a Juan Pablo II cuando vino a México, aunque después supe que era de Freire

Mi principal característica como maestro ha sido mi disponibilidad a aprender y esto me ha llevado a tener un constante aprendizaje, todos tienen algo que enseñarnos, solo es cuestión de escucharlos y tratar de comprender el enfoque que cada persona le da a su conocimiento.

Como educadores nos debería de interesar que es el conocimiento, como se aprende, que explicaciones históricamente han existido. Esto me ha llevado a incursionar en la filosofía y en la psicología, he estado en corrientes pedagógicas pragmáticas, por el hecho de pertenecer al subsistema de educación tecnología, Recuerdo de mis formadores ideológicos a Dewey, quien nos explicaba “Como pensamos”, quien proponía una “pedagogía de la acción” y las estrategias basadas en proyectos.

Esta opinión está justificada porque la rapidez con la que se generan conocimientos, en la que se encuentra inmersa la juventud que nos toca educar, se desarrolla en una sociedad con altas relevancias históricas, sociales y tecnológicas. Son jóvenes que constantemente son bombardeados con información de todo tipo y que interaccionan con esta nueva tecnología (Computadoras, Ipod, PlayStation, celulares, etcétera), considero que en su mayoria no saben usarla "para bien" y aquí entra nuestra función educadora.

Tenemos experiencia en la práctica docente, pero los cambios y avances sociales son más dinámicos que nuestros procesos de actualización o que las reformas en el área educativa. Pues esta es mi historia de cómo toda mi vida he vivido mi vocación docente, y que ahora soy un maestro que le apasiona todo lo que tenga que ver con tecnología educativa. Lo que me ha llevado a participar en programas como el que ahora me une a ustedes.

En ocasiones me cuestiono, ¿en realidad hago bien mi trabajo docente?, o si logré que mis alumnos comprendieran lo que les enseñé o digo, al finalizar la clase “el tema pude plantearlo de otra forma, para hacer más fácil la comprensión”. Con lo anterior quiero decir que nunca quedo satisfecho de cómo hice mi trabajo. Me considero responsable de no hacer atractiva mi clase para todo el grupo.

En realidad no es tan malo, porque pienso que estamos en un aprendizaje constante, nadie me enseñó a enseñar y aunque lo hubieran hecho, cada grupo de alumnos es diferente, los cuales nos obligan a cambiar de estrategias didácticas. Estamos en la adaptación constantes, es el precio de vivir en una sociedad globalizada, donde nuestros jóvenes tienen una mentalidad abierta, producto de vivir inmersos bajo la influencia de los medios de comunicación y tecnológicos. Y como dice Esteve "uno termina aprendiendo y expandiendo la mente."

He tenido momentos de satisfacción que es cuando se alcanza, como dice Esteve, una atmósfera mágica y a mí me sucede de cuando veo a mis alumnos investigando, pensando y creando; es decir alcanzan un estado de productividad mental, en ese instante me siento útil y vale la pena que esté aprendiendo a enseñar por medio del ensayo y error. No puedo decir que todo es miel sobre hojuelas, aun existen bastantes estudiantes que nos causan grandes malestares, no hay recetas magicas para enseñar matemáticas, menos para educar. Mi confrontación con la docencia reside en que el cambio del paradigma educativo me ha conducido a implementar otras estrategias y con una concepción de que es el conocimiento y como se logra aprender, muy diferentes que con las que inicio mi profesión.